lunes, 16 de septiembre de 2013

Taller de escritura y ortografía.






El gallo, el pato y las sirenas                                      

Elementos principales

Idea y enseñanza principal

Ambientación

Personajes

El miedo a la oscuridad no es miedo a nada real, y sólo puede impedir descubrir otras cosas interesantes
El mar
Un gallo, un pato y las sirenas

Cuento

Un gallo y un pato discutían tanto sobre si existían las sirenas, que decidieron averiguarlo yendo al fondo del mar.
Bajaron viendo primero pececitos de colores, luego peces medianos y grandes, hasta que todo estaba oscuro y no veían nada. Entonces les entró un gran miedo y subieron. El gallo estaba aterrado y no quería volver, pero el pato le animó a seguir intentándolo, y para calmarle llevó una gran linterna.
Bajaron, y al llegar a la oscuridad, cuando estaban pasando más miedo, encendieron la linterna y descubrieron que estaban totalmente rodeados de sirenas, que les podían ver en la oscuridad. Ellas les contaron que pensaban que no les querían, porque la otra vez se habían ido justo cuando les iban a invitar a una gran fiesta, y se alegraron muchísimo de volver a verles.
Y gracias a su valentía y su perseverancia, el pollo y el pato fueron grandes amigos de las sirenas.


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La criatura del desván                                        

Elementos principales
Idea y enseñanza principal
   Ambientación
    Personajes
El miedo a muchas cosas irracionales nos hace prisioneros y nos lleva a realizar tonterías.
   Un pueblo   costero
   Un niño, una criatura y un  pescador noruego
Valor Educativo: Valentía, superar el miedo a cosas irracionales.
Cuento
La primera noticia de la criatura del desván surgió cuando uno de los niños subió a buscar un viejo libro. Todo estaba oscuro, pero entre las sombras pudo ver claramente dos ojos que le miraban fijamente, desde lo alto, con gesto terrible. Eran dos ojos grandes, separados casi un metro, lo que daba idea del tamaño de la cabeza de aquel horrible ser, que se lanzó hacia el niño. Este gritó a todo pulmón, cerró la puerta con llave, y dejó al monstruo gruñendo en el desván.
Durante dos días el pueblo vivió aterrorizado. Los gruñidos del desván y los golpes de la puerta continuaron, y las noticias de las crueldades de aquel "bicho" se extendían por todas partes. El número de tragedias y desgracias aumentaba, pero nadie tenía valor para subir al desván y plantar cara a la bestia.
Al poco pasó por allí un pescador noruego, cuyo barco ballenero había naufragado días atrás; parecía un auténtico lobo de mar indomable, un tipo duro; y aprovechando que conocía el idioma, los hombres del lugar le pidieron su ayuda para enfrentarse a la horrible criatura. El noruego no dudó en hacerlo a cambio de unas monedas, pero cuando al acercarse al desván escuchó los gruñidos de la bestia, torció el gesto, y bajando las escaleras pidió mucho más dinero, algunas herramientas, una gran red y un carro, pues si triunfaba quería llevarse aquel ser como trofeo.
A todo accedieron los del pueblo, que vieron cómo el noruego abría la puerta y desaparecía entre gritos profundos y estremecedores que cesaron al poco rato. Nunca más volvieron a ver al noruego ni a escuchar a la bestia. Tampoco nadie se atrevió a subir de nuevo al desván.
¿Quieres saber qué ocurrió tras la puerta? ¿Seguro?
Cuando el noruego abrió, pudo ver el ojo de Olav, su enorme y bravo timonel. El ojo se veía también reflejado en un espejo, dando la impresión de pertenecer a la misma cabeza, porque el otro ojo de Olav llevaba años cubierto por un parche. Ambos siguieron hablaron a gritos en su idioma, mientras el ballenero le contaba a su encerrado amigo que aquellas miedosas gentes le habían dado tanto dinero que podrían volver a tomar un barco y dedicarse a la pesca. Juntos encontraron la forma de escapar del desván, subir al carro y desaparecer para siempre.
Y así, el miedo, y sólo el miedo, empobreció a todo el pueblo y permitió recuperarse a los pescadores. Tal y como sigue ocurriendo hoy con muchas de nuestras cosas, en las que un miedo sin sentido nos lleva a hacer tonterías, e incluso permite a otros aprovecharse de ello.
Autor..
Pedro Pablo Sacristán

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La cueva tenebrosa

Valor Educativo: Valentía, valorar las cosas por lo que son y no por lo que parecen.

Elementos principales

Idea y enseñanza principal

Ambientación

Personajes

Los rumores y habladurías muchas veces no tienen más origen que las especulaciones, y se transmiten sin siquiera cuestionarlos
Una cueva misteriosa
Un joven y un monstruo
CUENTO:
Había una vez un pueblo en el que lo más temido era perderse de noche y acabar en la "cueva tenebrosa". De aquel lugar no había vuelto nadie, y cuando alguien se perdía por allí lo último que se oía era un gran grito de terror y luego unas enormes risotadas.
La gente del pueblo vivía aterrorizada ante la posibilidad de que el monstruo un día abandonara la cueva,  llenaban la entrada con regalos y comida que al poco tiempo desaparecían. Un día llegó por aquella zona un joven a quien la situación le pareció tan injusta, que decidió entrar a la cueva y enfrentarse al monstruo. EL joven pidió algo de ayuda, pero todos eran tan miedosos que ninguno se acercó lo más mínimo a la entrada de la cueva.
Entró en la cueva alumbrándose con una antorcha y llamando al monstruo, dispuesto a hablar con él y explicarle la situación. Al principio el monstruo rió largo rato, lo que el joven aprovechó para acercarse según le oía más y más alto, pero luego se calló, y el chico tuvo que seguir caminando sin saber a dónde, hasta que llegó a una grandísima caverna. Al fondo le pareció adivinar la figura del monstruo, y en cuanto se acercó un poco, sintió un fuerte golpe en la espalda que le empujó hacia adelante, hacia un agujero en la roca que no pudo evitar, y cayó. Sintiéndose morir, lanzó su último grito, y fue entonces cuando oyó las grandes risotadas.
"vaya, creo que me ha devorado el monstruo", se decía mientras caía. Pero según iba cayendo, sintió música, y voces, y más claridad, y cuando dejó de caer y fue a parar contra un suelo blando, oyó un grito unánime: "¡¡sorpresa!!, y sin creérselo, se encontró enseguida en medio de una gran fiesta.
Allí estaban todos los que nunca habían vuelto al pueblo, y le explicaron que aquel lugar era idea de un antiguo alcalde del pueblo, que trató de hacer grandes cosas y no pudo por el miedo que siempre tenían sus vecinos, y que cansado de aquella vida de miedo, había inventado la historia del monstruo para demostrarles el poco sentido que tenía su actitud.
Así que allí se quedó en joven, disfrutando de la fiesta en compañía de todos aquellos que se habían atrevido a acercarse a la cueva
¿Y en el pueblo? En el pueblo aún siguen pensando que la cueva tenebrosa es el peor de los castigos...

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